jueves, 25 de octubre de 2012

Energías renovables, la apuesta del mañana

La inversión en energías alternativas supone una importante fuente de ingresos en España, además de ser la mejor opción para hacer frente a una demanda de energía que cada vez es mayor. Suponen una solución para la fecha de caducidad de las energías fósiles finitas y para reducir la dependencia exterior.



Gracias al incremento en el uso de las energías limpias se ha reducido la emisión de contaminantes de manera significativa en los últimos años, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). En España, las energías renovables suponen un porcentaje importante en la generación de energía eléctrica. Además del cuidado del medio ambiente, las energías limpias o renovables juegan un importante papel en la creación de puestos de trabajo.
La Junta de Andalucía es pionera en la promoción de energías renovables, gracias a sus condiciones climáticas y a su terreno. Según Carlos Collantes, Director General de Transporte de REE, “la manera más eficiente de aprovechar estas energías es la generación de electricidad”. En esta Comunidad Autónoma se establecieron unos ambiciosos objetivos, el Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética (2007-2013) que a día de hoy, antes de la fecha estipulada, ya se han cumplido en el campo de la energía biomasa para la generación eléctrica. Se estipuló que la producción de energía eléctrica con fuentes renovables debía llegar al 32,2%, junto con la reducción a un 8% del aporte de energía primaria.
A pesar de todos los avances que ha habido en el campo de las renovables, los últimos acontecimientos están frenando el desarrollo. La Asociación Nacional de Productores e Inversores de Energías Renovables (ANPIER) informa sobre las ‘incertidumbres’ que atraviesa el sector, debido a la retirada de inversión. La reforma fiscal y las posibles modificaciones futuras hacen que se tambaleen las inversiones de todos aquellos que apostaron por estas energías hace unos años.
Las previsiones del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) para el periodo 2004-2030 establecían un crecimiento de la energía renovable del 1,7% anual, privilegiándose de los altos precios de los combustibles fósiles y de su atractivo como fuentes no contaminantes. Sin embargo, puede que este avance se vea relativamente paralizado en los años siguientes por los recortes en inversión. 


LAS MÁS CONOCIDAS: EÓLICA Y SOLAR
Posiblemente, las energías renovables más conocidas actualmente en el panorama Español sean la eólica y la solar. La razón está en su mayor visibilidad mediática y un desarrollo que comenzó antes que en otro tipo de energías limpias y, por tanto, existe un mayor conocimiento de sus aplicaciones prácticas.  Además, de estar muy presentes en los últimos proyectos de I+D+i, por ejemplo en el caso de la fabricación de ‘casas solares’ presentes en el concurso Solar Decathlon Europa celebrado en Madrid.
Eólica
Europa es una de las mayores productoras de energía eólica y España se sitúa entre las cuatro primeras (junto a EEUU, Alemania e India).  Entre las principales empresas dedicadas a este tipo de energía están Vestas en Dinamarca y Gamesa en España. Esta energía es la que mayor potencial tiene para convertirse en sustituta de las llamadas ‘energías sucias’.
Otra de las empresas importantes es Ingeteam Service, dedicada a la operación y mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas y parques eólicos, que ha anunciado en los últimos días su intención de destinar más de 500.000 euros a un nuevo proyecto de investigación. El proyecto pretende desarrollar nuevas técnicas para diagnosticar el estado de los aerogeneradores (molinos) sin que sea necesaria la suspensión del funcionamiento durante el proceso, tal y como sucede en estos momentos, lo que supone una enorme pérdida para el promotor. Este proyecto se llevará a cabo hasta 2014 en Albacete, con la financiación de la Unión Europea a través del Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y el Fondo Tecnológico.
La inversión en I+D+i  ha sido clave para el desarrollo de las energías eólica y fotovoltaica en España. Junto a Ingeteam Service, las distintas Administraciones Públicas  llevan varios años manteniendo diversos compromisos en planes de I+D+i y en otros programas para formación y fomento del empleo. Esta empresa constituye, aunque no la principal, sí una de las referentes en el campo de la energía sostenible y la apuesta por la internacionalización, con instalaciones en Polonia, Chile, México y EEUU.
Greenpeace y el Consejo Mundial de Energía Eólica elaboraron un documento llamado: ‘Perspectivas globales de la energía eólica’,  en el que se plantea como objetivo que más de un tercio de la electricidad mundial provenga de esta energía en  2050. Pero a esta ambición se le unen ciertos impedimentos. Es el caso de los  parques eólicos marinos (llamados ‘offshore’), que aún no existen  en la península, este es un sector que se encuentra en fase de desarrollo. Las posibles causas hay que buscarlas en la ausencia de un estudio estratégico eficaz, la dificultad burocrática y la negativa de vecinos y pescadores. Son muchos los que consideran que los parques eólicos suponen, a pesar de las indudables ventajas medioambientales frente a otro tipo de energías, un impacto negativo para el lugar en el que se establecen (paisaje, ruido, aves, inferencias en los sistemas de comunicación, etc.).

Solar
Por su parte, la energía solar,  obtenida directamente del sol, ha experimentado un espectacular crecimiento estos últimos años en toda Europa. Según datos del CIEMAT, en España habría unos 1.220.000 m2 dedicados a la obtención de este tipo de energía, la principal empresa nacional dedicada al sector sería Isofotón. En el contexto actual, el sector europeo se encuentra en un proceso de transición debido a los recortes de las tarifas y ayudas que ha obligado a las empresas a cambiar sus modelos de negocio de cara a la internacionalización. Uno de los mercados más prometedores  que se ha revelado es América Latina,  por sus tasas de crecimiento económico y la creciente demanda energética.

En España la energía térmica solar (termosolar), que sirve para proporcionar calefacción o agua caliente aprovechando el calor obtenido a través de paneles solares, supone nuevas oportunidades de desarrollo para Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia. Se señala a las energías renovables como las causantes del llamado déficit tarifario y, en particular, a las centrales termosolares, sin embargo Luís Crespo, Secretario General de Protermosolar y presidente de Estela, indica que en lugar de pérdidas estas energías podrían proporcionar innumerables ventajas económicas para el avance de estas CCAA y una contribución a la superación de la crisis. Pero, al igual que para otras, requieren un fuerte impulso en su desarrollo.
Actualmente, el país es líder mundial tanto en potencia instalada como en capacidad tecnológica, y muchas de las empresas empiezan a participar en proyectos de otras regiones del mundo. En 2013 se estima que existirán unas 60 plantas en funcionamiento.



OTRAS: BIOMASA, GEOTÉRMICA, HIDRÁULICA Y MARINA
En los últimos años se está potenciando el desarrollo de otras energías, como la biomasa, la hidráulica, geotérmica y marina. La energía biomasa es la obtenida a partir de materia orgánica: restos agrícolas, restos forestales y agroalimentarios son ejemplos de cómo obtener una energía limpia, estos restos se transforman en una energía comparable a los combustibles convencionales, pero con mayores beneficios medioambientales. Sin embargo es una energía que solo supone alrededor de un 4-5% del total energético europeo.
Andalucía es la primera comunidad autónoma en España en biomasa para generación eléctrica, con 18 plantas que proporciona la electricidad anual que consumen  aproximadamente unas 364.000 viviendas. Esto  supone que  ya haya alcanzado el objetivo de 256 megavatios previsto para el año 2013 en el Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética. A ello contribuye la utilización del hueso de la aceituna que es  un combustible muy potente. La biomasa es una de las principales fuentes renovables en Andalucía y con mayores posibilidades de desarrollo y una de las fuentes renovables que más aporta para la demanda energética andaluza. Esta energía cuenta con el doble de empresas en Andalucía que la eólica, la fotovoltaica y la termoeléctrica juntas.
Un estudio elaborado conjuntamente por Aprean (Asociación de Promotores y Productores de Energías Renovables en Andalucía)  y la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía señala que las energías térmicas (termosolar, biomasa y geotermia) serán las que mayor crecimiento experimenten los próximos años. Y con ello  también se prevé un crecimiento en el número de empleados en este sector.
La geotérmica  transforma el calor del interior de la tierra en energía, está aún en fase de experimentación y quizá por ello no se sabe demasiado acerca de ella. El pasado mes de julio el Instituto Geológico de Cataluña publicó el primer atlas de geotermia de España, que permite buscar información sobre el desarrollo potencial de esta energía.  Hace unos meses las empresas  Bleninser y Ciclo Binario se asociaron para construir la primera planta de energía geotérmica de alta temperatura en España, que estará en Granada y permitirá el abastecimiento a 5.000 hogares. La inversión que requiere será de unos 30 millones en la provincia, con un plazo de ejecución de dos años. Según datos de Bleninser esta será “la primera empresa de geotermia en España y la primera de Europa en capacidad de perforación”. 
Por otro lado, la hidráulica  es la energía acumulada en los saltos de agua, que puede ser transformada en eléctrica. Esta es una de las más utilizadas en el mundo, sin embargo quedaría alrededor de dos tercios de su potencial por desarrollar. Es limpia y no agota el recurso del que se obtiene energía –el agua-, pero se enfrenta a los mismos problemas y negativas a la hora de establecer instalaciones para su explotación. Por ello, su desarrollo se enfrenta a grupos de ecologistas, a lo que se une que apenas queden ubicaciones en los países desarrollados para nuevas centrales hidroeléctricas. La solución de los últimos años ha estado en las centrales minihidroeléctricas, que no causan un daño severo y cuentan con viabilidad económica.
La energía marítima es la gran apuesta del año, la Comisión Europea considera el gran potencial de empleo que puede esconder este tipo de energía y los Estados miembros de la UE se ha puesto de acuerdo en establecer una política con una agenda marina y marítima en apoyo de la Estrategia Europa 2020, que pretende reducir los niveles de CO2 al 20% en todos los países e introducción de las renovables en el consumo final también de un 20%. En esta agenda llamada ‘Crecimiento Azul’ está previsto trabajar para conseguir que las energías marinas dupliquen su potencia cada año. La empresa gallega Pipo Systems presenta en la Plataforma Oceánica de Canarias un nuevo sistema de generación de energía undimotriz (que aprovecha la energía de las olas), sistema patentado por esta firma española. En esta energía azul podría estar la satisfacción de las necesidades mundiales, ya que permite obtener energía de diferentes formas: aprovechando la fuerza de las olas, los cambios de temperatura, las mareas, etc.). Ocean Líder es la apuesta empresarial española para explotar esta energía.
El avance en materia de energía renovable ha sido estudiado y plasmado en el PER (Plan de Energías Renovables 2008-2020), aprobado durante el Gobierno de Zapatero que, pese a concebirse como un avance para el desarrollo de las renovables, con un sistema de incentivos, promoción del autoconsumo e inversiones en I+D, despierta algunas oposiciones. Según responsables de Greenpeace, este plan “solo beneficia a las eléctricas, para que mantengan su negocio de generación de energía sucia (…) porque rebaja sus objetivos -de las renovables- a prácticamente el mínimo obligatorio marcado por la UE”. 



BALANCE
El análisis realizado por Enerclub, el Club Español de la Energía, mostró un retroceso de las renovables en 2011 con respecto al año anterior, de un 4,6%.  La mejora y alcance de los objetivos de la Estrategia Europea 2020 se sitúa en un momento convulso de la economía española y un contexto de rescate. Y, aunque muchos ven la salvación en la inversión en este sector para disminuir la dependencia energética exterior y atraer capital extranjero a la península, será un reto difícil para las administraciones públicas dedicarse a invertir.
El potencial español para las energías renovables gracias a la fabulosa localización, condiciones climáticas y terrestres, podría convertirse en un factor de crecimiento económico de cara al exterior, un ahorro en la compra de energía y una oportunidad para atraer dinero. Si a todo ello le añadimos el desarrollo sostenible, el freno al calentamiento global y a la contaminación, queda una muy buena combinación para atraer inversión. El calentamiento del planeta ha aumentado en un 29% en las últimas décadas según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y según la AIE (Agencia Internacional de la Energía), para evitar que el calentamiento supere los dos grados de la media, es necesaria que la generación energética renovable aumente en un 83%.  
Aunque, no puede dejarse a un lado el problema de la negativa de muchos colectivos a las instalaciones que requiere la energía renovable. Por un lado, contribuyen a disminuir la contaminación y al no agotamiento de energías no renovables; por otro, suponen un daño para determinados ecosistemas en los que se ubican las explotaciones. Será necesario sopesar la manera más viable de desarrollo sin que ello suponga un deterioro.
Sin duda alguna, es necesaria la inversión en I+D+i. Lo que parece no tener sentido es dejar de potenciar un sector que aporta enorme riqueza al país, además de contribuir a generar puestos de trabajo, y dedicar el dinero a importar una energía que podría producirse dentro de nuestras fronteras. Se trata de priorizar y dejar de lado los acuerdos con las grandes multinacionales (petróleo, gas…), para poder invertir en el propio desarrollo económico y social del país. La pregunta es: si España puede invertir en la producción de energía y esto permite mejorar diferentes ámbitos (medioambiente, trabajo, inversión, etc.), ¿por qué pagar a otros por energías que contaminan más y no dejan dinero dentro de nuestras fronteras?

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